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The Fakeband - Shining on everyone


Esperaba con cierta ansiedad el anunciado nuevo disco de The Fakeband. Las expectativas eran muy altas después de su primer trabajo. Y he decir que mi idilio con los amigos de Getxo empezó con cierto retraso, porque hasta el ya mítico Rust Fest IV de Frías, apenas había oído hablar de ellos. Pero el impacto de verlos en directo aquel sábado 6 de julio de 2013 surtió efecto inmediato en mí, hasta el punto de comentar a los que estaban por allí cerca (seguro que lo recuerdan) que si volviera a formar una banda, sería ese el tipo de música que me gustaría hacer: base de guitarras potente y sólida, conjugando sonido acústico con eléctrico, gran empaste vocal, melodías sencillas con buenas letras... destilando rock por los cuatro costados. Todo ello fruto de años de experiencia, sin duda, y de una gran técnica tanto a nivel individual como colectivo. Confieso que me impresionaron bastante, como así se lo dije a ellos mismos.

 

Así que, en cuanto tuve en mis manos Shining on everyone -gracias Joserra-, lo escuché un par de veces y seguidamente cogí mi guitarra y me lo toqué enterito, cometiendo la osadía de convertirme por un rato en el sexto miembro de la banda. Es mi manera de meterme de lleno en los temas y poder hablar de ellos bajo la óptica de un modesto músico.

Mientras se iban sucediendo las pistas, percibía sonidos que conformaban un gran arco iris de matices que me traían a la memoria a Wilco, a Jayhawks, a Eagles, a Allman Brothers, a Springsteen, a Stones, a Beatles incluso... Parece que se han confabulado para hacer un gran homenaje a todos los grandes. Aún sigo encontrado cosas nuevas después de innumerables escuchas.

"Back on the road" (cuántas reminiscencias en tres minutos)
"Get you back" (una candidata perfecta para haber cerrado el disco)

En mi opinión es un gran disco, de mayor calidad y sonido más profesional que el anterior. Creo que han ganado mucho con la incorporación de los vientos, todo un acierto.

   
"Healing time" (una intro genial y unos maravillosos arreglos)

Además, cuentan con un gran aliado a su favor: su sonido en directo. A mí me gusta hacer las reseñas en función de lo que me transmiten las canciones al tocarlas, y de lo que los grupos son capaces de hacer encima de un escenario -espero poder volver a verlos pronto de nuevo-. Y esta gente me tienen ganado por ambas partes.

Podía haber elegido cualquiera de los once temas que componen el disco para hacer esta entrada, pero hoy me quedo con estos cuatro. Si la escribiera mañana, seguro que cambiaría alguno, o los cuatro.

"Something about you" (mi "Honky tonk women", versión siglo XXI)

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Eagles - "Train leaves here this morning"


Hay canciones que a veces pasan "desapercibidas" en el conjunto de temas que componen un álbum, y que con el paso de los años, al dejar de escucharlas de forma regular, pueden llegar a caer en el olvido, entre otras cosas porque nuestra memoria se vuelve selectiva al tener que retener tantísmima música y tan innumerables formaciones a lo largo de nuestra existencia.

Últimamente ando reescuchando discos de los setenta. El otro día me me puse con el álbum de debut de Eagles (1972), mi banda favorita de música en lo que a la parte vocal se refiere. Lógicamente, siempre recuerdo que empieza con "Take it easy", ese temazo compuesto por Glenn Frey y Jackson Browne, que sigue con "Witchy woman" (Henley - Leadon), y que hacia al final del disco suena "Peaceful easy feeling", una preciosa balada de Jack Tempchin. Las tres canciones fueron editadas además como singles en su día.

El resto de temas permanecen agazapados en la memoria hasta que suenan los primeros acordes, y entonces fluye la letra, la melodía, las voces, los acordes de acompañamiento... y vuelvo a recordar aquellas audiciones en mi viejo giradiscos que tenía en casa.

Eso exactamente es lo que me pasó al llegar al sexto corte del disco, "Train leaves here this morning", compuesta por Leadon y el gran Gene Clark. Después de más de cuarenta años, me sigue sonando tan bien como el primer día.

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Stone The Crows - "Good time girl"


Después de la trágica muerte por electrocución de Les Harvey encima de un escenario al tocar un micrófono con las manos mojadas, entra en la banda Stone The Crows el guitarrista Jimmy McCulloch (ex-Thunderclap Newman, y futuro integrante de los Wings de Paul McCartney), aunque dicen los entendidos que nunca consiguió suplir la falta de Harvey.

Estamos en 1972, y ese mismo año se publica el cuarto disco del grupo, Ontinous Perfomance, una vuelta a las raíces blues de la banda, y a la postre último trabajo de estudio de los escoceses. A su vez suponía una oportunidad perfecta para que su vocalista, Maggie Bell mostrara sus extraordinarias dotes vocales. Y para muestra un botón: el tema que más me gusta de este LP, "Good time girl".

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Bon Scott (09/07/1946 - 19/02/1980)


Treinta y cuatro años hace ya que se nos fue, los mismos que tenía cuando falleció.


"Jailbreak" - AC/DC (Dirty deeds done dirt cheap, 1976)
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¿Qué fue de U2?


Si no fuera porque la voz de Bono es inconfundible, jamás hubiera dicho que este tema es de U2. Un avance de sesenta segundos se presentó en el descanso de la última Super Bowl, Y poco después, el pasado día 10 se presentó el videoclip de este "Invisible".

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El avance electrónico

Los Beatles hicieron del pop un sistema; y de su estilo, un esquema poco menos que inamovible durante años. Los grupos pop eran formaciones de cuatro o cinco elementos todo lo más, con una guitarra solista, una rítmica, un bajo, una batería, siendo uno de ellos el cantante casi siempre. Excepcionalmente, alguno de ellos presentaba algún instrumento de viento, o teclados, pero el resto se ceñía a los patrones establecidos.

Al cabo de los años, el mensaje de la música contaría con una inestimable ayuda: la técnica. Enseguida los principales músicos superaron las barreras e incorporaron nuevos elementos técnicos a las grabaciones, desarrollando un mayor potencial creativo, con más ambiciones sónicas, comprobándose entonces que la limitación instrumental era un serio handicap para llegar más allá. La técnica estaba favoreciendo la progresión del rock. Más de lo que habían logrado Jimi Hendrix o Eric Clapton con sus guitarras, o Ginger Baker o Keith Moon con sus baterías (incluso con dos bombos) no parecía que se pudiese hacer. Poco más podían evolucionar esos dos instrumentos.

Así que, la aparición del sintetizador fue toda una evolución. Un ingeniero llamado Robert Moog facilitó la conversión de equipos de sonidos, no sólo para los estudios de grabación, sino para actuaciones en vivo, a un costo relativamente bajo.


El movimiento vanguardista contaba, pues, con un respaldo más eficaz y sólido. Vanguardismo musical (por la ambición de los músicos), y vanguardismo industrial (con la aparición de nuevos instrumentos). Las infinitas posibilidades de un sintetizador se pondrían pronto de manifiesto, dando vida a una de las etapas más impresionantes de la historia de la música: la que comenzaba en 1969.

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Marillion - "The Hollow Man"


Hoy se cumplen 20 años desde que el 7 de febrero de 1994 los británicos Marillion publicaran su séptimo álbum, Brave. Un disco que se llegó a considerar uno de los veinte mejores de aquel año. Un álbum conceptual que recuperaba la onda progresiva un tanto perdida en los trabajos de estudio previos de la banda.

Hay un tema que siempre me ha resultado enigmático, misterioso, con el cual identifico este disco desde que lo escuché por primera vez: "The Hollow Man".

6

John Hiatt - "Perfectly good guitar"


Yo no estoy seguro, pero bien podría estar dedicada esta canción, por lo que se deduce de su letra, a gente como Pete Townsend, Paul Simonon, o incluso Jimi Hendrix, por aquello de que maltrataban sus guitarras destrozándolas al final de sus conciertos.


Incluido en el undécimo álbum homónimo de John Hiatt, publicado en 1993 y a la postre el último que sacaría al mercado bajo el sello A&M Records, "Perfectly good guitar" es un tema que siempre me ha gustado mucho, y que forma parte hace años de mi particular colección de canciones.

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"The long and winding road"


La vida no es más que una sucesión de encrucijadas de caminos en las que una y otra vez nos vemos obligados a decidir. Parece como si se nos estuviera poniendo a prueba de forma constante. La suerte y la determinación en cada una de las distintas elecciones que vamos haciendo dan como resultado que nuestra existencia sea de una u otra manera.

Hace más de un año, me vi en la tesitura de tener que escoger un camino entre las dos opciones que se me presentaban. Una de ellas era dura de asumir, aunque no suponía ningún riesgo a nivel personal; con el tiempo, seguramente lo tendría superado. La segunda, por contra, era bastante más expuesta y, sobre todo, no tenía un final nada claro. 

Yo que soy de los que les da más bien poco miedo tomar decisiones, y soy coherente y consecuente con las que tomo, me lancé por la segunda de las alternativas, teniendo muy claro que fuera cual fuera el resultado nunca me arrepentiría.

Ha sido un largo y tortuoso camino, pero he deciros que acerté en aquel instante, y que no me arrepentiré jamás de haber cogido el segundo sendero, aquel en el que había depositado todas mis esperanzas, a pesar de lo dificultoso de su recorrido.

Acabo de cruzar la meta, y estoy muy feliz.

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